
¿De dónde vienen los millones de Sarmiento Angulo?

Antes que me hubiera apasionado por historia alguna, concluí que, permeada por mi miserable contexto político, siempre narré la misma historia: un pueblo asechado por las tenebrosas fauces de la corrupción. Pensé entonces que mi limitada imaginación y mi falta de seso para escribir sobre algo medianamente innovador se debía de modo alguno a la infame enfermedad del principiante: imitar a sus maestros, pero tropecé con una respuesta más simple: vivo en Colombia y cualquiera que se haya atrevido a mirar más allá de su nariz podría escribir el mismo relato.
Hoy, para variar, voy a escribirles sobre un exitosísimo empresario, hablo de Luis Carlos Sarmiento Angulo, que, por si usted no lo conoce, querido lector, es el dueño de Colombia.
¿Quién es este señor?
A grandes rasgos podemos decir que Sarmiento Angulo es el empresario más exitoso de Colombia (aunque en algún punto Tomás y Gerónimo Uribe quisieron igualar ese
título), de hecho, según Forbes su riqueza asciende a 11.1 Billones de dólares; fortuna amasada por sus lucrativas actividades comerciales en la industria de la construcción e inversiones bancarias. Debo agregar con pesadumbre que Sarmiento es dueño de algunos de los más influyentes medios de comunicación colombianos, medios que constantemente ponen la agenda del día. Sabrá, querido lector, lo que esto implica.
Nuestro exitoso empresario, entre otras cosas, es dueño del grupo AVAL, es decir de las siguientes entidades financieras: Banco de Bogotá, Banco de Occidente, Banco Popular, Banco AV Villas, Porvenir, BAC Credomatic y Corficolombiana. Lastimosamente, hoy por hoy, muchos de los colombianos le deben su casa, su carro, su negocio y hasta sus calzones a este poderoso monopolio. Si usted, querido lector, está afiliado a alguna de estas entidades es muy probable que una parte de su dinero esté destinada a engordar los bolsillos de este hombre.
Sus contactos
Sarmiento Angulo se precia de tener excelentes contactos, evidentemente desde 1970 se ha codeado con los presidentes del país, empezando su fructífera carrera con la amistad del respetadísimo, honrado e incorruptible expresidente Misael Pastrana. Pastrana, que era un hombre de honor, no pudo negarle a su también honorable amigo Sarmiento Angulo la oportunidad de aumentar su riqueza, por eso respaldó y apoyó la UPAC (Unidad de Poder Adquisitivo Constante) implementada en Colombia por medio del decreto 667 (1). Debido a que el empresario había creado la corporación de vivienda y ahorro popular Las Villas y compró el Banco de Occidente, dicha medida le permitió prestar plata a los colombianos para que ellos pudieran comprar casas, operación que hasta ese momento solo podía ejercer el estado.
La UPAC originó la bancarrota de millones de colombianos quienes, colgados con intereses que superaban sus ingresos, terminaron perdiendo sus viviendas, su dinero y, en no pocos casos, acabando con su vida; dicha entidad terminó disolviéndose tiempo después gracias a la Corte Constitucional pero no sin antes atiborrar la billetera de Sarmiento Angulo a costa de aquellos colombianos que lo perdieron todo.
Con los bolsillos llenos, Sarmiento Angulo paso a las inversiones bancarias, aquí, sus amistades en el gobierno le serían de mucha ayuda, Julián F. Martínez (periodista) Tuiteó respecto a esto:
“El gobierno de Cesar Gaviria (1990 – 1994) le vendió a Sarmiento los bancos que había estatizado por la crisis financiera de los años 80. Samper (1994 – 1998) le vendió el Banco Popular, siendo el único proponente. Uno de cada 50 bogotanos vive en una casa hecha por Sarmiento”.
Los posteriores presidentes solo han sido una larga sucesión de lo mismo: aduladores corruptos que buscan la aprobación de Sarmiento porque saben, y esto es verídico, que sin su apoyo llegar a la presidencia sería casi imposible, entonces este exitoso empresario ha aprovechado su poder no solo para redactar las leyes, como él mismo ha dicho, sino para posicionar a gente conveniente en rangos importantes, gente que le “ayuda” a conservar sus billonarios negocios.
Los impuestos
En el gobierno de Andrés Pastrana —esto según un tweet de Julián F. Martínez— se impuso el afamado y conocido dos por mil: por cada diez mil pesos que cualquier colombiano de a pie sacara de cajeros o bancos se le restarían veinte pesos de transacción; en ese tiempo fue decretado como medida extraordinaria gracias a la emergencia económica de la UPAC. Esta medida sin precedentes, se supone, tenía vigencia hasta diciembre de 1999, ¿y que pasó? el impuesto aparentemente transitorio permaneció en la vida económica de los colombianos hasta que en Febrero de 2021 llegó el cuatro por mil, con la misma lógica usurera, aunque en este caso sin esperanza de transitoriedad. Todo parece indicar que ahora los colombianos seguiremos pagando las deudas de Sarmiento Angulo, de hecho las deudas con Corficolombiana y con Odebrecht.
No es de extrañar que este sea el hombre más rico de Colombia, inclusive me atrevo a formular que es el hombre más poderoso, es uno de los personajes que más ha influido en la Política colombiana. Sarmiento Angulo ha entendido el verdadero secreto del éxito, aquel que Escobar y Uribe ignoraron: no se tiene que participar en política para tener poder, se tiene que comprar la política y eso es lo que ha estado haciendo desde 1970.
“Sarmiento Angulo le ha redactado leyes a los Gobiernos que ha financiado y que lo han beneficiado desde 1970. Sus bancos han sido multados por lavarle activos a los narcotraficantes. Sus empresas están acusadas en el escándalo de Odebrecht. Este poderoso guarda muchos secretos” Periodista Julián F. Martínez
Por lo pronto terminaré mi relato, a pesar de que aquí no acaban los méritos de este exitosísimo empresario. Me gustaría, querido lector, que deambule sobre la idea: ¿que tanto de lo que usted tiene o posee le pertenece en verdad a este hombre?
Autora: Xiomara Ramírez