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7 Claves sobre el conflicto que ha provocado Uribe

Continuamos con este especial de una de las figuras más relevantes del último siglo: Álvaro Uribe Vélez, expresidente y exsenador colombiano quien se ha visto involucrado en varios delitos de lesa humanidad. Así que aquí vienen las tres claves que faltaban para entender el conflicto que ha provocado Uribe.


Autora: Lizette Morales

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4. ‘ChuzaDAS’

El DAS (Departamento Administrativo de Seguridad) más conocido como la “empresa criminal cuya dirección estaba en la Casa de Nariño” según el presidente de la Corte Suprema, Jaime Arrubla, en 2010. Es decir, desde la cabeza de la Casa de Nariño se manejaban las interceptaciones de comunicaciones a los ‘enemigos’ del gobierno, la llamada oposición. Todo esto porque en febrero del 2009, los Agentes del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía incautó documentación en la que pudo corroborar las operaciones diseñadas por el DAS para atentar contra quienes se oponían al gobierno.

Dentro de las operaciones de esta ‘empresa criminal’ se encontraba el Grupo Especial de Inteligencia 3 (G-3), quienes tenían la labor de jugar con las mentes de la oposición en una guerra psicológica para amenazar a líderes, académicos, políticos, etc o incluso provocarles su muerte por oponerse al gobierno, entre las personas que se conocieron que interceptaron las comunicaciones fueron: Piedad Córdoba, Gustavo Petro y Daniel Coronell ¿En ese tiempo Colombia era una dictadura o una República Democrática? 

El director del departamento, Jorge Noguera, cayó ante la Corte Suprema de Justicia que lo condenó a 25 años de cárcel por asociarse a los paramilitares y ser autor mediato del homicidio del profesor universitario Alfredo Correa. No es de extrañar que la siguiente directora, María del Pilar Hurtado, se llevara la misma suerte que Noguera. Cabe relacionar este suceso, con la petición de las víctimas que solicitaron que se investigara a Uribe como autor mediato. 

La “Operación Europa” del DAS, con escenarios en España, Bélgica, Italia, Suiza y Suecia, tenía como objetivo la realización de acciones de inteligencia y la elaboración de una lista de personas que habían que controlar el ingreso a Colombia, entre ellos habían sociólogos, periodistas, un nobel de paz y demás que en 2005 habían firmado una carta dirigida a Uribe para que se responsabilizara de consentir crímenes de lesa humanidad como la masacre de 2005 en Apartadó. Así las cosas, pasamos a un capítulo más de esta fuerte situación en la que un presidente acaba con los ciudadanos de un país, para ampliarlo más es necesario mencionar las ejecuciones extrajudiciales.

5. Los ‘falsos positivos’

Para explicar este punto, quisiera que se preguntara ¿Qué pasaría si su amigo, vecino o primo se va a una oferta de trabajo y de la ‘nada’ desaparece?, ¿la ausencia de esa persona dejaría una herida en sus seres queridos? Eso les pasó a muchas de las víctimas durante la implementación de la política de seguridad democrática en el gobierno de Uribe. Si se está preguntando qué relación tiene lo uno con lo otro, siga leyendo.

Como bien recordará en la columna pasada, la seguridad democrática se enfrascó en un ideal que nunca se logró, por lo contrario, una de sus vertientes era dar de baja a los grupos al margen de la ley y ¿cómo? Fácil, incentivando a los militares y soldados a que entre más bajas de combate, más regalitos iban a recibir: viajes, dinero, ascensos, entre otros. La cuestión aquí es, ¿Cómo se garantiza que esas personas que habían muerto ‘en combate’ eran guerrilleros? Simple, NO SE SABÍA, pero no les importó ese pequeño detalle.

“Resultados: civiles indefensos que aparecen muertos en combates que nunca existieron” es una cita en el artículo de los docentes de economía Ernesto Cárdenas y Edgar Villa, bajo el mismo orden, seguimos esta columna. Consecuencias: campesinos, ciudadanos, habitantes de calle asesinados y declarados como ‘guerrilleros’. A los cuerpos les ponían armas, ropa de los grupos ilegales, entre otras características para hacerlos pasar por ‘bajas de guerra’. Pero, la seguridad democrática garantizaba la vida de los colombianos, ¿verdad? Qué irónico y horroroso es este hecho. Mientras muchos dicen “ay qué cansones con eso”, la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz) reveló en febrero de este año que la cifra de ejecuciones extrajudiciales es de 6.402 casos. ¿Esas vidas no importan o valen menos?

¿Quién dio la orden? ¿Quién o quiénes son los culpables? De masacres, casos de desaparecidos y amenazas. Las madres de Soacha son mujeres quienes no volvieron a ver a sus hijos; ellos se habían ido en busca de oportunidades laborales y nunca más regresaron, en consecuencia, sus cuerpos fueron encontrados en una fosa común. Madres que perdieron a sus hijos en el marco de una política contradictoria que garantizaba altas cifras de ‘guerrilleros’ derrotados en combate cuando realmente eran colombianos sin precedentes judiciales, a ellos se les atribuye de forma incorrecta el nombre de: ‘falsos positivos’.

Si lo anterior no fue escalofriante, ahora viene algo más fuerte: “Aunque las matanzas de Soacha fueron flagrantes y obscenas, mis investigaciones demuestran que son simplemente la punta del iceberg. He entrevistado a testigos y a supervivientes que describieron matanzas muy similares en (...) Antioquia, Arauca, Valle del Cauca, Casanare, Cesar, Córdoba (...)” lo dice Philip Alston, relator especial de las Naciones Unidas sobre las ejecuciones extrajudiciales. Queda claro que todo el territorio colombiano ha sido golpeado por esta injusta política, ¿si el gobierno no nos cuida, entonces quién?

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 6. Manipulación de testigos

El caso jurídico más sonado en los últimos tiempos, es que Uribe es tan importante que toda Colombia está hablando de él por la denuncia que enfrenta en la Fiscalía. Pero, hagamos un recuento histórico de esta lucha entre el expresidente y exsenador de Colombia, Álvaro Uribe Vélez y el senador Iván Cepeda.

La disputa comienza en 2012 en un debate en el Congreso en el que Cepeda acusó a Uribe de ser promotor del ‘Bloque Metro’ paramilitar en Antioquia, con los testigos Pablo Hernán Sierra y Juan Guillermo Monsalve. El primero cambió su versión tiempo después y el segundo, Monsalve, ha presentado pruebas de sobornos para cambiar su testimonio por parte de Diego Cadena (anterior abogado de Uribe y que ahora es acusado).

Ante la clara molestia que sintió Uribe, en el 2014, acusó a Cepeda de manipular a los testigos en la Corte Suprema de Justicia, pero ‘le salió el tiro por la culata’ cuando en 2018, la corte declara que Cepeda es inocente e inicia una investigación contra el expresidente por los delitos de actuación penal y fraude procesal. Así que, en agosto del 2020, lo detienen y él declara que le han quitado su libertad estando en su hacienda de 1.500 hectáreas ‘El Ubérrimo’. 

Uribe no tardó mucho en dejar su curul en el congreso, para de esta forma, ser juzgado como un ‘ciudadano’ de a pie por la Fiscalía donde tiene a su parche de amigos, entre ellos el fiscal Barbosa. Así que el pasado 5 de marzo, en un comunicado de la institución, prácticamente le lavaron las manos a Uribe diciendo que él no tenía la culpa de ningún delito y pidieron la “preclusión del caso”. ¿Cómo es posible que la corte y la fiscalía tomen decisiones opuestas?

¿Qué sigue en el proceso contra Uribe?

Ante la petición de la Fiscalía, lo que sigue es que la jueza de garantías en la próxima audiencia decida si precluir o no el caso. De acuerdo con el Sistema Penal Acusatorio, las víctimas acreditadas en el proceso también pueden hablar y argumentar por qué no debe ser archivado. Y según la decisión, cualquiera de las dos partes puede apelar, si es así llegaría al Tribunal Superior de Bogotá y el magistrado decidirá si se cierra o se sigue con el juicio.

A modo de conclusión

En 1991, la lista del Pentágono incluyó a uno de los “más importantes narcoterroristas colombianos” ¿de quién estamos hablando?, del ‘innombrable’; un líder que se aprovechó de la política a su favor, dejando miles de muertos a su paso y quien es juzgado por esa misma justicia que él tiene prácticamente comprada. Si hablamos de ironías, la justicia colombiana es una de ellas, donde prevalece el dinero, actos ilícitos y los dineros debajo de cuerda. Si el caso termina, no podremos culpar a la cabeza detrás de los ‘falsos positivos’, y en este juicio en particular a la manipulación de testigos que termina siendo la punta del ‘iceberg’(como lo dice Philip Alston) que oculta las demás desgraciadas realizadas en cabeza de este expresidente y exsenador colombiano. Por eso es importante luchar porque este caso continúe y en el proceso se conozca toda la verdad que le hace falta escuchar a toda Colombia. 

Nota:

Estimado lector, me perdonará si me faltó mencionar muchos más casos como la ‘yidispolítica’, la ‘parapolítica’, entre otros, pero entenderá que este resumen de hechos logra entretejer el conflicto que ha provocado Uribe y que también es una invitación a que usted esté más pendiente del futuro de este caso jurídico que podría ser la oportunidad de revelar toda la injusticia que ha realizado este político y el daño que ha provocado. No es ni para menos que las pruebas que se presentaron hayan ocupado 1500 páginas aproximadamente. Así que deje su comentario (respetuoso) y seguiremos viendo a qué nos lleva la justicia colombiana.

© 2021 ContraParte Periodismo Investigativo

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