
El COVID: Más allá de las barreras
Pese a que ya varias personas han logrado vacunarse, no hay que olvidar que la pandemia del COVID-19 ha sido de los acontecimientos más difíciles durante el siglo XXI, teniendo afectaciones en la salud y economía prácticamente en todo el mundo. Sin embargo, después de un año de conocerse el virus globalmente, aún existen escépticos o individuos ‘inmortales’ que creen que eso es falso o que dicen: “esa vaina no me va a dar a mí”.
Muy pocos conocemos realmente la magnitud de la enfermedad y no me refiero únicamente a los síntomas, el coronavirus puede afectar todo lo que le rodea como puede ser la pérdida de un trabajo, incertidumbre, desespero por la salud de un familiar contagiado o la preocupación de acumular deudas y no tener como pagarlas.
El COVID llega a su hogar sin tocar la puerta, entra como un intruso y es complicado zafarse de él, para el caso de tener un familiar enfermo, no se imaginan la incertidumbre que se vive, uno lo ve yéndose para urgencias sin saber cuándo pueda volver. Constantemente aumenta el desespero de ver pasar los días, semanas y, en ocasiones, meses de no saber cómo es el estado de salud de su ser querido.

De igual forma, comienza la ansiedad, su cabeza empieza a dar vueltas, pensar miles de desenlaces fatídicos o mantener intacta la fe para que vuelva, pero ¿de qué forma volverá? ¿tendrá alguna secuela o algo más? Preguntas e interrogantes son el pan de cada día. Mientras estos hechos, su ser querido, si está consciente, piensa que usted puede estar en la habitación o la cama de al lado y si no, teniendo delirios mientras está en estado de coma. Este virus ataca lo peor que puede llegar a tener su cuerpo u organismo, sin duda lo más importante aquí son las ganas de luchar.
Y realmente estoy muy alegre de que al fin en Colombia comiencen las jornadas de vacunación, pero no debemos confiarnos y descuidarnos, aún hay muchos factores de esta enfermedad que no conocemos. De hecho, por ahora no se tiene conocimiento sobre las secuelas que pudo haber dejado el COVID-19 en los cuerpos de cada individuo que pasó por esta enfermedad.
Muchos que estuvieron en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en la actualidad tienen que realizarse seguimientos y terapias para mejorar aquellas secuelas que la enfermedad dejó, eso en el caso de los pacientes que tuvieron síntomas, pero ¿Qué pasó con los asintomáticos? No se sabe si en un futuro estas personas tendrán implicaciones delicadas en su salud, amanecerá y veremos de que no ocurra nada que tengamos que preocuparnos en unos años.
Autor: Andrés Cubillos